Un grupo de mujeres bordadoras se reúnen semanalmente en la casa de Amanda Mosquera, en Bahía Málaga, para aprender a bordar y a tejer utensilios decorativos, prendas de vestir para niños y accesorios como un ritual colectivo de encuentro y de sanación.
Han incursionado desde abril de 2023 en implementar en algunas de sus creaciones de bordado el hilo hecho de plástico como una nueva forma de darle la vuelta al concepto desechable que tiene el residuo más frecuente en la zona.

Fotografías: Sergio Diazgranados, fundador de @CycleArt1227
El colectivo Manos Bordadoras del Pacífico empezó a funcionar en marzo de 2022, como un espacio de encuentro entre mujeres de la comunidad de Ladrilleros y Juanchaco para compartir experiencias personales, fortalecer los lazos entre las mujeres de la comunidad, promover el autocuidado y así mismo, compartir conocimientos sobre los derechos de las mujeres rurales y afrocolombianas, informando a su vez sobre los tipos de violencia que existen, así como los derechos sexuales y reproductivos.
Conversamos con Amanda sobre los orígenes de esta iniciativa, así como su visión del plástico asociado a la maternidad y la menstruación en estos territorios.
Amanda Mosquera, Manos Bordadoras del Pacífico. Fotografías: Camilo Plazas Vargas, @malpoeta_
Linda Ballestas: ¿Cómo empezó la idea de crear este colectivo de Manos Bordadoras?
Amanda Mosquera: Todo empezó con un taller que vinieron a dictar acá dos muchachas de Bogotá, Alejandra Galeano y Juliana Higera en el Museo Vivo de la Señora María Mar. Juliana es costurera, ella sabe mucho de bordado y Alejandra conoce los temas de derechos humanos y de mujeres. Con ellas aprendí a bordar porque ellas nos enseñaron. Pero yo tomé la iniciativa de que este no fuera un taller que viene por ratos y se van, sino que fuese un punto de encuentro continuo para las mujeres de acá.
LB: ¿Por qué Manos Bordadoras es un espacio de sanación?
AM: Es un espacio personal, íntimo, donde no tomamos muchas fotos porque es privado. En este encuentro sanamos la parte emocional y mental de las mujeres porque nosotras no tenemos un espacio en la comunidad. Hablamos de la familia, de las relaciones en pareja, buscamos herramientas para sanar a la mujer y levantarla. Entre eso, también sacamos a las mujeres del baúl. A esas mujeres que son creativas y que hacen cosas hermosas con sus manos pero que nadie conocía o que nunca podían mostrar su trabajo porque no tenían herramientas.
LB: ¿En este grupo solo participan mujeres?
AM: Sí, es un espacio para nosotras aunque estamos proyectando para junio o julio hacer una charla que involucre a los hombres, porque necesitamos que ellos correspondan con el empoderamiento de la mujer también desde sus casas. Queremos que ellos sepan qué es lo que nosotras hablamos aquí para que no crean que les estamos diciendo cosas raras a sus mujeres. Es explicarles a ellos también los tiempos menstruales de la mujer, cómo convivir en pareja y cómo entender sus espacios como individuos y en las relaciones sexuales.
Casa de Amanda, taller de bordado. Fotografías: Linda Lucía Ballestas Torres, @lindaluciabt
LB: ¿Cómo se vive la menstruación en un lugar donde no hay forma de gestionar los desechos, especialmente los plásticos?
AM: Aquí las toallas higiénicas se queman o se usan como abono. La toalla higiénica tiene una parte de gel, de silicona o algo así, entonces esa parte hay que enterrarla y el resto se quema. Acá nos han venido a hablar de la copa menstrual, pero para muchas es algo extraño en el cuerpo y es fastidioso, aunque otras ya la usan.
Lo que pasa es que nuestra zona campesina y afro es muy ancestral, entonces hay que trabajar duro en eso para que se sientan cómodas usando una copa menstrual, porque el plástico de la toalla sí está generando muchos problemas.
LB: ¿Cómo el bordado puede recuperar tradiciones ancestrales asociadas a la maternidad?
AM: Nosotras queremos enseñarles a las mujeres que sus bebés no son un error, que en ningún vientre cae error, en un vientre cae futuro y riqueza. Les explicamos que cuando ellas empiezan a bordar la mantilla o a tejer, le transmiten eso a su bebé, le transmiten amor y el mensaje de que él es un niño deseado y esperado por sus padres.
LB: ¿Ese encuentro tiene que ver con dejar de utilizar el pañal desechable?
AM: El pañal desechable está quebrantando ese amor y ese vínculo entre el hijo y la mamá. Porque un pañal se bota, es un desvínculo, un desprendimiento que uno le transmite a su bebé. En cambio si usted teje la mantilla, la lava, la cuida es otra cosa. Usted con la mantilla le arma el pañal a su niño y ese es un vínculo más amoroso, que es lo que está faltando tanto hoy en día.
LB: ¿Cómo ha sido utilizar el hilo plástico en sus creaciones?
AM: El plástico lo empezamos a usar con un taller que hicieron en Plástico Precioso Uramba con Sergio Díazgranados. Ahí nos enseñaron a utilizar el hilo que se puede hacer a partir de bolsas plásticas, hay unas bolsas que son ideales para eso, deben estar limpias pero ojalá rotas no. Pero básicamente al momento de tejer, se utiliza igual que el hilo normal.
Además con las tapas que ellos están recogiendo de las tapas, nos sirven para armar llaveros que nosotras tejemos y comercializamos.
Actualmente Amanda y su grupo de mujeres bordadoras están organizando una gran donatón para recolectar fondos que les permitan construir un taller físico de Manos Bordadoras del Pacífico donde puedan contar con más insumos y materiales para sus creaciones pero también para reunirse a hacer sus actividades sin estar moviéndose de casa en casa en la comunidad.
Conoce en el siguiente video a Sergio Diazgranados, creador de CycleArt y artesano bogotano que ha impartido a Amanda, a las bordadoras y visitantes del pacífico talleres de hilos de plástico en Bahía Málaga:
Si deseas ayudar a la construcción de la casa taller para Manos Bordadoras del Pacífico aquí te dejamos toda la información: